El ahorro energético en la vivienda no solo te ayuda a tener más dinero a final de mes, también es una forma de contribuir al cuidado del planeta al reducir el consumo energético y las emisiones de CO₂. Mejorar la eficiencia energética en casa es más fácil de lo que parece y tiene un impacto inmediato en tu bienestar y en tu bolsillo.
Estas son algunas de las formas más efectivas de lograrlo:
Ahorrar en calefacción
La calefacción es una de las mayores fuentes de consumo energético en invierno. Sin embargo, puedes reducir significativamente su impacto sin renunciar al confort:
- Ajusta el termostato: Mantener tu hogar entre 19 ºC y 21 ºC es lo ideal. Cada grado de más puede aumentar el consumo un 7%. Si habitualmente mantienes la casa a 23ºC, podrías estar gastando más de 150 € extra al año en calefacción.
- Instala un termostato programable o inteligente: Aunque aún no tengas uno, es una inversión asequible que se amortiza rápidamente. Te permite programar horarios y optimizar el uso de la calefacción.
- Mejora el aislamiento: Las fugas de aire por puertas y ventanas mal selladas son responsables de buena parte de las pérdidas de calor. Colocar burletes o cambiar a ventanas de doble acristalamiento puede reducir hasta un 30% las pérdidas de calor.
Ahorrar en refrigeración
En verano, la refrigeración también puede disparar el consumo energético. Estas acciones pueden ayudarte a reducirlo:
- Configura el aire acondicionado entre 24 ºC y 26 ºC. Es suficiente para mantener una temperatura confortable y evita sobrecargar el equipo.
- Usa ventiladores: Son mucho más eficientes energéticamente y, en muchas ocasiones, suficientes para refrescar el ambiente. Un ventilador consume 20 veces menos que un aire acondicionado. Perfecto para días de calor moderado.
- Aprovecha la ventilación natural: Abre las ventanas en las horas más frescas del día para ventilar la casa sin necesidad de climatización.
- Controla la entrada de calor: Cierra persianas o cortinas en las horas de más sol para evitar el sobrecalentamiento del interior.
Gastar menos electricidad y agua caliente
Pequeños cambios de hábitos y elecciones más eficientes pueden reducir considerablemente tus facturas:
- Cambia a bombillas LED: Consumen hasta un 80% menos energía y duran mucho más que las bombillas tradicionales.
- Elige electrodomésticos eficientes: Al renovar tus aparatos, opta por modelos con etiqueta A++ o A+++. Aunque el coste inicial sea mayor, el ahorro energético compensa en pocos años.
- Utiliza los electrodomésticos con sentido: Aprovecha cada ciclo de uso en lavadora, lavavajillas o secadora. Evita ciclos a media carga.
Mejora el aislamiento térmico
El aislamiento térmico es una de las claves para un hogar energéticamente eficiente. Reduce las pérdidas de calor en invierno y evita la entrada de calor en verano:
- Ventanas de doble acristalamiento: Esencial para mantener la temperatura interior con menor consumo energético.
- Aislamiento en paredes y techos: Si tu vivienda lo necesita, considera reformas que refuercen el aislamiento. Son inversiones que se traducen en confort y ahorro sostenido.
¿Y si quieres dar un paso más?
Si estás pensando en reformar tu vivienda para hacerla más eficiente, existen productos financieros pensados para ti.. Existen instrumentos financieros que permiten mejorar la eficiencia energética de tu hogar y el confort, tanto si vives en una vivienda unifamiliar como en un edificio residencial.
Las actuaciones sobre la envolvente y la cubierta del inmueble con sistemas de aislamiento y la introducción de fuentes renovables de energía, como los paneles solares y la aerotermia conjugan el ahorro y la mejora de la calidad de vida en el hogar con la contribución a hacer nuestro entorno más sostenible y habitable.
Invertir en eficiencia energética no es solo una mejora para tu hogar: es una apuesta por tu bienestar, tu economía y el futuro del planeta.