Comprar una vivienda no es una decisión que se deba tomar a la ligera, es una de las decisiones más importantes de tu vida y no puedes dejar ningún cabo suelto. Por ello, queremos compartir contigo una guía con los pasos para comprar una casa.
Marca el presupuesto que puedes gastar
Antes de comprar un piso, tienes que saber cuánto puedes gastarte. Si no, estás haciendo planes con una cantidad determinada, y luego no se ajusta para nada a la realidad. Sin duda, es fundamental que fijes la cantidad que puedes destinar cada mes a la inversión en tu propiedad.
Los expertos recomiendan que la cuota mensual de la hipoteca no supere el 30 o el 35% de los ingresos del hogar para asumir los pagos cómodamente. Además, sin un capital inicial de partida, te resultará complicado adquirir una vivienda. Si necesitas financiación, ten en cuenta que el banco te va a pedir recursos propios equivalentes al 30% del valor de tasación o compraventa de la casa.
La operación suele encarecerse entre un 8% y un 12% (dependiendo de si la vivienda es nueva o usada) por los gastos asociados a la compra y los impuestos.
Ahorros de los que dispones
Comprar una casa conlleva una serie de gastos que debes ser capaz de prever. El primero son los impuestos. En una casa nueva tendrás que pagar un 10% de IVA y en una de segunda mano el porcentaje que marque el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en tu comunidad, que estará en torno al 8%. A estos hay que sumar los gastos de la hipoteca, que son principalmente los de tasación, notaría y gestoría.
Además, debes tener claro el importe máximo de la hipoteca. En el mercado hay hipotecas por el 100% del valor de la vivienda, aunque lo normal (y hasta cierto punto recomendable) es una hipoteca por en torno al 85% del valor de la vivienda.
Simplifica tu búsqueda
Teniendo claro qué presupuesto puedes invertir en tu futura vivienda, ya habrás dado un gran paso para perfilar tu búsqueda. Define en qué zona te gustaría vivir, qué características debe reunir el inmueble o si quieres una casa nueva o de segunda mano. Con estos parámetros, puedes ayudarte de los buscadores de pisos que hay en Internet para que tu búsqueda no resulte complicada. También puedes solicitar los servicios de una agencia de intermediación inmobiliaria, si te has centrado en vivienda usada, para que te ayuden a localizar el inmueble más apropiado.
Llega la búsqueda del tesoro
Esta es la parte más divertida e importante de todo el proceso: encontrar tu casa. Empieza por delimitar la zona. A poder ser, no te centres en un único barrio, amplía la búsqueda con varios que encajen dentro de tus preferencias. Pregúntate qué tipo de casa quieres: puede ser nueva o de segunda mano, piso, adosado, chalet…
Además, considera cómo quieres que sea la casa ahora y en el futuro. La casa que compres hoy puede no ser la que necesites mañana. ¿Te importará cambiarte? ¿Alquilarás o venderás la casa? Las respuestas a estas preguntas pueden ayudarte a dar con la casa que necesitas para toda una vida. Con esos datos, puedes empezar tu búsqueda en los principales portales inmobiliarios o buscar la ayuda de un gestor inmobiliario. A partir de ahí, todo se resume en visitar, visitar y seguir visitando casas. ¡Cuántas más, mejor!
Precauciones previas a la compra
Si te decantas por una casa de segunda mano, es recomendable asegurarse de que está libre de cargas para no llevarse sorpresas desagradables en el futuro. Lo más práctico es acudir al Registro de la Propiedad y pedir una nota informativa de la propiedad. En este documento, se nos indicará quiénes son los titulares de la vivienda, si pesa sobre ella alguna carga hipotecaria, si tiene pendiente un embargo, etc.
Negocia y asegúrate de lo que compras
La diferencia entre el precio medio de la vivienda en los portales inmobiliarios y las ofertas que presentan los usuarios es significativa. Siempre hay un margen de negociación en el precio de la vivienda, aprovéchalo para lograr cerrar el mejor precio. Al tiempo que negocias, asegúrate de que lo que venden es lo que compras. Esto se puede hacer solicitando una Nota Simple Informativa en el Registro de la Propiedad.
Cuando hayas cerrado un acuerdo, puedes firmar una reserva de compra, que es una señal que dejas para asegurarte que te guardan la casa mientras cierras la hipoteca. La alternativa es firmar un contrato de arras, que ofrece mayor seguridad jurídica como comprador.
Busca tu hipoteca
El penúltimo paso del camino para comprar tu casa es encontrar la hipoteca adecuada. Lo primero es tener claro cuáles son los elementos de una hipoteca y cómo interactúan entre sí. El error que debes evitar es fijarte sólo en la cuota a pagar. Pregúntate qué hipoteca es mejor para ti: a tipo fijo o a tipo variable. La primera es más segura, aunque el tipo de partida es mayor; la segunda tiende a ser más económica, aunque dependerá de la evolución del euríbor.
Para simplificar la elección, puedes usar una calculadora de hipotecas que haga las matemáticas por ti. De esta forma sabrás siempre cuánto pagarás con cada opción. Si necesitas dinero para reformas, hay hipotecas que suman el coste de la reforma al préstamo para simplificarlo todo.
Firma la hipoteca y compra tu casa
El último paso de tu camino es en realidad el más simple. Una vez que tienes la hipoteca, solo falta firmar el préstamo y también la compra de la casa. Ambas operaciones se hacen el mismo día y ante el mismo notario. Una vez firmes, solo faltará registrar la operación en el Registro de la Propiedad y disfrutar de tu casa.