Mejorar la eficiencia energética de tu casa es una forma de ahorrar dinero ante el aumento de los precios de la energía y de contribuir al cuidado del medioambiente.
Según datos de IDAE, el Instituto para la Diversificación y el ahorro de la Energía, las viviendas suponen un 30% del consumo de energía en España, pero el 80% de nuestro parque edificado es ineficiente y consume más energía de la necesariaEn consecuencia, las posibilidades para mejorar son enormes.
Estas son las medidas para mejorar la eficiencia energética que más impacto tienen y con las que podrás lograr un certificado energético A para tu casa.
Mejorar el aislamiento térmico de la vivienda
Un mal aislamiento de la vivienda puede hacer que buena parte del calor y del frío se pierdan rápidamente. Según los datos de la empresa Sismo Spain, los porcentajes de calor o frío que se pierde en casa por una mala envolvente son los siguientes:
- Huecos alrededor de puertas y ventanas: 20%
- Muros: 25%
- Tejados: 30%
- Puente térmico: 5%
- Ventanas: 13%
- Suelos: 7%
Mejorar la envolvente del edificio ayudará a reducir el gasto energético y a que la vivienda sea más eficiente porque hará falta menos energía para enfriarla y calentarla. Según cálculos de la OCU, se pueden llegar a ahorrar hasta 1.000 euros al año.
Esta mejora del aislamiento térmico se puede hacer cambiando las ventanas o mejorando los muros. En este último caso, se pueden añadir elementos externos e incluso rellenar las paredes para mejorar el aislamiento.
Lo idóneo es hacer ese tipo de cambios antes de entrar a vivir en la casa, para lo que existen préstamos hipotecarios especiales que incluyen el coste de la reforma.
Además, actualmente existen ayudas fiscales para las reformas que ayuden a mejorar la eficiencia energética del hogar. Así podrás desgravar como gasto de la vivienda parte del dinero de las obras.
Renovar los cerramientos
Las puertas y ventanas son dos puntos por donde más calor puede escaparse. Cambiar las ventanas por otras con doble cristal o incluir carpinterías diseñadas para la rotura de puente térmico ayudarán a mejorar la eficiencia energética de la vivienda.
Según los cálculos de Leroy Merlin, sustituir las ventanas viejas puede suponer un ahorro energético del 35%.
Renovar la caldera y el sistema de calefacción
Una caldera de condensación reduce el consumo en torno a un 35% frente a otro tipo de calderas. Es una de las acciones que mejor relación coste-ahorro tiene.
¿Compensa entonces cambiar la caldera? El precio de una caldera para una vivienda de 150 m² con dos baños ronda los 1.300 euros y para una factura de 800 euros al año supondría ahorrar 280 euros. En apenas 5 años la inversión ya estaría amortizada.
Más allá de la caldera, también se puede mejorar todo el sistema de calefacción, instalando suelo radiante, cambiando los radiadores por radiadores de baja temperatura o mejorando su distribución para que no estén tapados y reparten mejor el aire.
Introducir las energías renovables
Utilizar energías renovables te ayudará a avanzar hacia el autoconsumo energético en el hogar. La energía fotovoltaica con paneles solares es la opción más asequible y utilizada junto con la energía geotérmica, que es más habitual en viviendas de obra nueva.
Por último, también existe la opción de la energía eólica en determinados edificios.
La inversión en instalar paneles solares en casa se sitúa entre los 3.500 y los 10.000 euros para una vivienda de 100 m2 que necesitará entre 4 y 6 placas solares.
Para afrontar este gasto existen ayudas como las del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los Fondos Next Generation de la Unión Europea y las deducciones por reformas para mejorar la eficiencia energética en el hogar.
Además, existen hipotecas verdes que mejoran las condiciones de un préstamo al uso por comprar una casa con una buena calificación energética o comprar y reformar una vivienda para que la tenga.
Renovar los electrodomésticos
La última fórmula para mejorar la eficiencia energética en el hogar pasa por cambiar los electrodomésticos, especialmente si tienen más de 10 años.
Según los cálculos de IDEA, sustituir un electrodoméstico de clase D por uno de clase A puede suponer más de 600 euros de ahorro a lo largo de su vida útil.
Y puestos a cambiar, el frigorífico sería el primero, ya que consume un 30% de la energía de los electrodomésticos en el hogar.
Estas son las formas de tener un hogar más eficiente, respetuoso con el medioambiente y, además, ahorrar.