Ya has encontrado la casa ideal a la que te gustaría mudarte en los próximos meses. Ahora tendrás que iniciar las negociaciones con el propietario para cerrar la compraventa. Te han recomendado que firmes un contrato de arras para asegurarte la operación y no tienes demasiado claro que implica ese documento. Lo recomendable es recurrir a un profesional para que redacte el contrato para evitar previsibles desencuentros con el vendedor.
¿Para qué sirve el contrato de arras?
El contrato de arras sirve, sobre todo, para reservarte el derecho de compra de la vivienda. Es un documento que debes firmar tanto si vas a adquirir un piso nuevo como uno de segunda mano y con el que te comprometes adquirir el inmueble en el plazo y condiciones estipuladas. Por su parte, el propietario o el promotor, si se trata de una casa de nueva construcción, se responsabilizan de venderlo en los términos que se recogen en el contrato.
¿Qué cláusulas debe incluir el contrato de arras?
Lo ideal es que el contrato de arras incluya todas las cláusulas que se vayan a incluir en el contrato de compraventa y que se firma posteriormente.
- Descripción de la vivienda y sus anexos. Deben aparecer los datos con los que se identifique perfectamente el inmueble en venta. Es recomendable incluir los datos registrales del inmueble objeto de la compraventa para que no haya dudas de que está libre de cargas.
- Precio de venta y forma de pago. Tiene que especificarse la cantidad que el comprador deberá entregar en el momento de la firma de documento de arras en concepto de señal y como garantía del compromiso adquirido. Generalmente, se suele entregar el 10% del precio de venta. Recuerda que el importe que se entrega a cuenta está sujeto a IVA en el caso de viviendas de nueva construcción. Para las casas de segunda mano, el importe que se destina a la reserva tributa por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Lo normal es que se considere un pago a cuenta del precio total si se llega a formalizar la compraventa. Por tanto, es importante comprobar que en el contrato aparece la mención expresa de que todas las cantidades anticipadas se descontarán del precio final.
- Plazo previsto para la escritura pública.
- Qué parte se hace cargo de los gastos de la compraventa. Es decir, honorarios de notaría, registro, etc. Normalmente, es el nuevo propietario el que corre con los gastos correspondientes al cambio de la titularidad de la propiedad.
- Penalizaciones en el supuesto de que una de las partes no cumpla el acuerdo: Quizás sea la cláusula más relevante en un contrato de arras y con la que puedes guardarte las espaldas ante un hipotético desestimiento del vendedor. De forma general, se suele establecer que el propietario reembolse al interesado el doble del importe de la cantidad entregada en concepto de arras o señal.
El contrato también incluirá las penalizaciones a las que te enfrentarás si eres tú como comprador el que incumple el acuerdo. Si, al final, decides no comprar, perderás el dinero anticipado.