Ya sabrás que la inversión en una casa conlleva una serie de gastos adicionales para los que tienes que tener preparada una partida presupuestaria extra. Probablemente, la formalización de las escrituras de compraventa del inmueble es el trámite que te convierte en propietario y que requiere un menor desembolso. Calcula que si los gastos vinculados a la compra equivalen a un 10% del valor de la vivienda, los costes de escriturar una vivienda vendrán a ser aproximadamente un 2%.
Tras cerrar la operación de compra con el promotor o con el propietario de la vivienda -si has optado por el mercado de segunda mano-, deberás acudir a la notaría dónde tendrás que firmar un documento público autorizado por el notario -como fedatario público- en el que se te reconocerá como el propietario del inmueble. Normalmente, la escriturar una vivienda de la compraventa se formaliza en paralelo a la escritura del préstamo hipotecario. En este documento se reflejan los derechos y las obligaciones de la entidad financiera y del cliente.
Servicios de notaria al escriturar una vivienda
Normalmente, es la propia entidad financiera la que propone un notario para realizar los trámites, pero debes saber qué tu puedes solicitar los servicios de la notaría que consideres oportuna. Lo honorarios del notario, no obstante, están marcados por ley, con lo cual serán prácticamente idénticos en cualquier despacho. Como mucho, pueden aplicar un descuento del 10%. Por una parte, te cobrarán el arancel por la escritura de la casa y, por otra, por la del préstamo hipotecario, que suele ser más cara.
Es en función del importe de la vivienda como el notario marcará su minuta. A modo de referencia, por una casa de unos 200.000 euros suele cobrar unos 750 euros. Si el valor de la vivienda se elevase hasta los 300.000 euros, los honorarios vendrían a ser unos 830 euros aproximadamente.
Estos ejemplos se refieren a viviendas del mercado libre, pero cuando se trata de una casa protegida los aranceles se reducen notablemente.
No olvides que el notario está para ayudarte. Como fedatario público está para aclararte todas las dudas que puedan surgirte con respecto a los documentos que vas a firmar. Por tanto, cuando te convoquen para leer y, posteriormente, firmar las escrituras podrás interrumpir tantas veces como consideres conveniente. No debe intimidarte el carácter oficial del acto. Recuerda que eres tú quién paga al notario por la prestación de un servicio.
Tampoco debes olvidar que el valor que se escritura es generalmente inferior al real con el fin de pagar menos impuestos.
Tras la constitución de las escrituras en la notaria, la documentación tiene que pasar por el Registro de la Propiedad, donde la compraventa queda inscrita.
Igual que con los notarios, los aranceles de los registradores están regulados por ley y dependen del valor de la vivienda. Para los mismos ejemplos, una vivienda de 200.000 euros pagaría 510 euros al inscribirse en el Registro, mientras que para una valorada en 300.000 el coste sería de unos 590 euros.