Cuando se busca financiación para la compra de una vivienda, los expertos recomiendan que la cuota de la hipoteca no supere entre el 30% y el 40% de tus ingresos. En el caso de las hipotecas a tipo variable, es crucial considerar cómo pueden fluctuar estas cuotas a lo largo del tiempo, ya que el Euribor, el principal índice de referencia en muchas hipotecas, está en constante evolución.
El Euribor (Euro Interbank Offered Rate) refleja el tipo de interés al que los bancos europeos se prestan dinero entre sí. Este índice, utilizado en la mayoría de hipotecas variables en España, se calcula a partir de las estimaciones diarias de las entidades financieras sobre los tipos de interés interbancarios. Aunque el cálculo sea preciso, lo cierto es que el Euribor puede ser diario, mensual, anual, etc., dependiendo del plazo al que se refiere el préstamo interbancario.
Cuando contratas una hipoteca a tipo variable, el interés a pagar se compone del Euribor más un diferencial fijo acordado con el banco. Esto significa que, si el Euribor sube, también lo hará tu cuota hipotecaria, y lo contrario sucede si el índice baja. La hipoteca se recalcula de forma periódica, generalmente cada año, tomando como referencia el valor del Euribor en ese momento.
Aunque es imposible predecir el futuro del Euribor, su evolución está influenciada por factores como la situación económica en Europa, la solvencia de los bancos y los tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo. Por ejemplo, cuando los tipos de interés suben, el Euribor suele seguir el mismo camino.
Impacto en las hipotecas
Si tienes una hipoteca a tipo variable y el Euribor sube, deberás estar preparado para una posible subida en tu cuota mensual. Para hacer una estimación, si firmaste una hipoteca de 120.000 euros a 30 años con el Euribor en -0,384% más un diferencial del 2%, tu cuota sería de aproximadamente 508,6 euros. Sin embargo, si el Euribor volviera a niveles de 2008, cuando estaba en torno al 5,393%, tu mensualidad podría aumentar hasta los 891,2 euros, lo que supondría 382,6 euros más al mes.
En definitiva, la relación entre el Euribor y tu hipoteca puede ser impredecible y generar incertidumbre, lo que lleva a muchas personas a considerar hipotecas a tipo fijo, en las que la cuota permanece invariable durante toda la vida del préstamo, eliminando así la preocupación por las fluctuaciones del Euribor.
¿Qué opción es la mejor para ti?
No hay una respuesta única a la hora de elegir entre una hipoteca fija o variable. Cada opción tiene sus ventajas según las circunstancias personales y económicas. Lo importante es analizar bien las alternativas y considerar factores como la evolución del Euribor, tu capacidad de adaptación a posibles cambios en las cuotas y la duración de la hipoteca.
Para quienes prefieren evitar la incertidumbre, una hipoteca a tipo fijo puede ser la mejor opción. Sin embargo, si te sientes cómodo asumiendo que el Euribor puede subir o bajar, una hipoteca a tipo variable podría beneficiarte en épocas de tipos bajos.