La sostenibilidad es mucho más que una moda pasajera. Lleva décadas entre nosotros y está aquí para quedarse, también en el ámbito financiero.
El peso de las finanzas sostenibles y las inversiones socialmente responsables no ha dejado de crecer. Si crees que un mundo mejor, más verde y más justo es posible esto te interesa.
¿Qué son las finanzas sostenibles?
Las finanzas sostenibles son las decisiones financieras que se toman introduciendo criterios no estrictamente financieros. Esto que puede sonar un tanto enrevesado simplemente quiere decir que se decide más allá de lo que dicen los números, introduciendo una serie de criterios.
¿Y cuáles son estos criterios? Principalmente cuestiones que tienen que ver con el medio ambiente, el impacto social, la ética o la igualdad, por poner cuatro ejemplos.
Por ejemplo, una empresa puede escoger su proveedor en base a precio y calidad o sumar también el impacto medioambiental de ese proveedor o cómo trata a sus empleados.
Todos estos principios de las finanzas sostenibles cristalizan en los denominados criterios ESG o ASG.
¿En qué consisten los criterios ESG?
ESG son las siglas de Environmental, Social and Governance y hacen referencia a los tres ejes o factores de la sostenibilidad . Se traducen al castellano como ASG o criterios ambientales, sociales y de gobernanza.
Los criterios ASG/ ESG son los que hacen que una empresa se gestione de forma sostenible, tanto internamente como de manera externa, causando un impacto positivo en las personas y el medioambiente, con un marco de gobierno basado en la ética, valores y comportamientos responsables y transparentes. En Unión de Créditos Inmobiliarios publicamos anualmente el informe de sostenibilidad, en el que compartimos de forma transparente las cifras relevantes de negocio y los principales hitos del año, entre otros
Estos criterios resumen las tres áreas o criterios que miden hasta qué punto es responsable una empresa.
La parte medioambiental se refiere al impacto ambiental de la empresa , sus políticas para reducirlo y la gestión de la huella de carbono. Miden cuestiones como por ejemplo el uso de energías renovables, alcance de sus emisiones, los residuos que genera o los materiales que utiliza
Los criterios sociales tienen en cuenta su impacto en la sociedad y en la comunidad donde está situada. Miden el respeto a los derechos humanos, las condiciones laborales de sus trabajadores, su cadena de suministro, la seguridad en el trabajo o sus contribuciones a la comunidad, entre otras cosas.
Por último, la parte de gobernanza mide la ética corporativa de las empresas, sus prácticas contables y cómo toma decisiones, sus mecanismos de control o la remuneración de sus ejecutivos, entre otras.
Todos estos criterios determinan si una empresa es sostenible , un principio en boga a la hora de invertir.
¿Cómo invertir de forma sostenible?
La inversión socialmente responsable o ISR tiene en cuenta todos estos criterios a la hora de elegir cómo y dónde invertir el dinero.
La forma más sencilla de hacerlo es con un criterio de integración ESG. ¿Y eso qué quiere decir exactamente? Pues invertir solo en empresas que cumplan esos criterios que has visto, algo que se puede hacer es escoger las empresas una a una o a través de fondos de inversión que invierta según estas pautas.
Por fortuna, la inversión ISR no ha dejado de crecer y cada vez es más fácil detectar estas empresas y productos socialmente responsables. Según el estudio “La Inversión Sostenible y Responsable en España 2023” de Spainsif y DWS, la cuota de activos gestionados con algún criterio ESG representa un 55% del total.
En Morningstar se pueden buscar fondos según criterios de ISR e incluso existen índices como el EuroStoxx Sustainability 40 o el MSCI World ESG Screened Index.
Financiación sostenible: también existe
La inversión sostenible también tiene su vertiente en el ámbito de financiación. Como inversor, puedes invertir en bonos verdes y renta fija ESG. Estos son bonos de empresas y gobiernos cuyos fondos sirven para financiar proyectos que respeten el medio ambiente y que sean considerados socialmente responsables.
Lo más habitual es que se usen para financiar proyectos de impacto como plantas de energía renovable, mejorar la flota de vehículos de la empresa o proyectos de gestión de residuos.
Un tipo de financiación sostenible diferente es la que afecta a las hipotecas. En el mercado existen hipotecas verdes que ofrecen mejores condiciones para quienes compran una casa con un certificado energético A o construyen una casa eficiente en términos energéticos. También existe financiación destinada a rehabilitar comunidades de propietarios.
Finanzas sostenibles en tu casa y en tu hogar
Más allá de las inversiones y las hipotecas, también es posible llevar las finanzas sostenibles a tu hogar.
En términos de sostenibilidad, pasa por enfocar tus compras hacia productos de empresas que cumplan los criterios que has visto. La forma más sencilla es reducir los desplazamientos, comprar en centros de proximidad, consumir productos de temporada o evitar los de determinadas empresas.
