El ser humano es un animal autosuficiente. Cuando nos marcamos un objetivo, buscamos los métodos más eficientes para conseguirlo. Además, desde que somos pequeños, desarrollamos una clara habilidad para el ingenio.
Imagínate en el patio del cole cuando tenías que repartir las golosinas entre tus amigos: ¿a qué recurríais? Pues a la conocida como “la cuenta de la vieja”. Pero, ya de mayores, ¿cuál es el mejor recurso para saber qué hipoteca te puedes permitir?
Atentos, porque os vamos a enseñar cómo podéis hacerlo.
En 2025, las condiciones de compra de una casa están cambiando las reglas del juego: los tipos de interés y el encarecimiento de las viviendas, han venido para quedarse. Por eso, la pregunta “¿qué casa me puedo comprar con mi sueldo?” tiene más relevancia que nunca.
En este punto entran en juego conceptos como tu capacidad de endeudamiento o el impacto de los tres tipos de interés: fijo, variable o mixto. Es importante entender los términos porque un cálculo erróneo te puede alejar de la casa que tanto te gusta.
¿Estáis preparados?
Una casa no se construye por el tejado: conoce el PRD y PER
Me quiere, no me quiere. Naranja, o limón. Comprar, o alquilar. Hay respuestas que te nacen del corazón, y otras, que requieren un poco más de información. Por ejemplo, ¿es aconsejable alquilar una casa en vez de comprarla?
Antes de hablar de cálculos de hipoteca, queremos ayudarte a saber si comprar es la mejor opción. Y, aquí, vamos a hacer caso a dos indicadores que parecen un grupo de POP, pero que, en realidad, nos van a ayudar a tomar la mejor decisión
En el caso de la hipoteca, la mayoría de expertos recomienda que la cuota mensual no supere el 30% – 35% de los ingresos netos, destinando el 65% restante para satisfacer otras necesidades, como alimentación, ropa, ocio y ahorro.
PRD: Compara el precio de compra de una vivienda con lo que costaría alquilarla durante un año. Es una simple división entre el precio de la vivienda y tu alquiler anual equivalente.
Si el resultado es menor de 15, comprar suele ser más rentable que alquilar. Si estás entre 15 y 20, depende de otros factores personales o expectativas del mercado; en cambio, si el resultado es superior a 20, la solución es alquilar.
Vamos a hacer el mismo ejercicio con esa casa que te quieres comprar, en comparación con el chollo de alquiler en el que vives. Por un lado, al año pagas 22.000€ de alquiler, y por otro, la casa te cuesta 285.000. Un redoble de tambores antes del veredicto… ¡el resultado es 12,95!
¿Qué significa esto? Que tu situación parece favorable para comprar, pero aún tienes que mirar otros factores. Por ejemplo, el PER.
La operación es simple: divide el precio de la vivienda y tus ingresos anuales.
Si el PER está por debajo de 3-4, luz verde a comprar. Si el resultado oscila entre 4-6, la operación requiere planificación; y si está por encima de 6, la vivienda es cara en comparación con los ingresos. Así que, alquila.
Vamos a hacer el mismo ejercicio que hemos hecho con el PRD, pero ahora, con el PER: contando con los 285.000€ que hemos marcado como precio de la vivienda, y fijando tu nómina en unos hipotéticos 35.000€ anuales.
¿Estás preparado para saber cómo queda tu situación? El resultado es de 8,14, y eso significa que tu salario anual no invita a soñar con invertir en una casa de ese precio.
¿Qué, te salen las cuentas para comprar? Entonces, ahora sí, es el momento de hablar de hipotecas.
¿Cuál es la hipoteca máxima que puedo pedir?
El importe de cuánto vamos a poder destinar a la compra de una vivienda va a venir determinado por lo que se denomina capacidad de endeudamiento, es decir, la cuantía de los ingresos que puedes destinar al pago de deudas.
En el caso de la hipoteca, la mayoría de expertos recomiendan que la cuota mensual no supere el 30% – 35% de los ingresos netos, destinando el 65% restante para satisfacer otras necesidades, como alimentación, ropa, ocio y ahorro.
Así, por ejemplo, un trabajador con unos ingresos en torno a 1.000€, debe asumir una hipoteca de, máximo, 350 euros mensuales; mientras que, otra persona con una nómina neta de 2.000 euros, podría llegar a hacer frente una hipoteca de hasta 700 euros mensuales.
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Previsión de gastos de solicitud asociados a la contratación de una hipoteca
Si quiere ir a un destino desconocido, vaya a la página 54 ¿Te acuerdas de esos libros de aventuras en los que viajabas de una página a otra sin saber qué te iba a deparar el futuro? Pues una hipoteca, sin previsión, puede ser lo mismo: un laberinto de pasillos que tienes que recorrer sin orden para encontrar la salida.
Para evitarlo, te vamos a explicar todos los gastos que te puedes encontrar. Así, tus cálculos van a ser muuuuucho más certeros. Si hablamos de los gastos previos al inicio de la hipoteca, destacamos:
- Tasador: Para empezar una hipoteca con buen pie, es importante tasar tu casa. Así que, reserva entre 250-600€ para una tasación oficial.
- Notario: Certificar la escritura pública de la hipoteca, no tiene precio. Bueno, sí, concretamente entre 600-1000€.
- Escritura de la propiedad: Sí, todo en la vida tiene que estar inscrito. E, inscribir tu hipoteca en el registro, entre 200 y 400€.
- Gestoría: Esto no es obligatorio, pero te va a ayudar a tramitar los papeles entre notaría y registro. Para la ocasión, el mismo abanico que antes, entre 200 y 400€.
- Impuestos: Depende de la vivienda. ¿Es nueva? En ese caso, se aplicará un IVA del 10%. En caso de vivienda usada, el Impuesto de Transmisiones oscila entre 6-10%.
- Seguros obligatorios: ten en cuenta que vas a tener que contar con seguro de hogar y, en algunas entidades, debes contratarlo junto con otros como al de vida, etc…
- Comisiones: puede ser desde la comisión de apertura (1% del préstamo aprox.), hasta la comisión por amortización anticipada parcial o total.
- Revisión de tipos: En hipotecas variables o mixtas, puede cambiar la cuota según el índice de referencia (Euribor).
Todo lo que necesitas saber sobre intereses: tipos y ejemplos
Sí, nosotros también nos hemos dado cuenta. Acaba de entrar en juego un concepto que te puede ayudar a ahorrar mucho dinero y que, a veces, lo pasamos por alto. Con todos ustedes: los tipos de interés.
El interés es la contraprestación que las entidades financieras aplicamos sobre la mensualidad para equilibrar el riesgo que adquirimos cuando iniciamos una financiación. Y ese pago, se puede aplicar de tres maneras distintas:
- Fijo: siempre pagas el mismo interés durante todo el período del préstamo, lo que facilita planificar tus pagos.
- Variable: cambia en función de un índice de referencia, como el Euribor o la tasa de referencia del banco central; tus cuotas pueden subir o bajar según este índice.
- Mixto: combina ambos sistemas; durante un período inicial pagas un interés fijo y, después, pasa a ser variable según el índice de referencia.
Igual que hay cosas que no se eligen, como el primer amor, hay otras decisiones que pueden ahorrarte mucho dinero. Por ejemplo, el tipo de interés. Vamos a utilizar una tabla para explicártelo mejor.
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Título |
Cuota mensual (150.000€ a 25 años) |
Total pagado |
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3% fijo |
711€ |
213.300 € |
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4% fijo |
792€ |
237.600 € |
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Mixto (5 años 3,5% → 20 años 2,5%) |
753 € → 637 € |
198.060 € aprox. |
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3% → 2% variable |
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Aprendizaje del día: una bajada del 1% en el tipo de interés puede suponer más de 20.000 € de ahorro en el total pagado.
Vamos a visualizarlo con un ejemplo de tipo variable. Partimos de una hipoteca de 150.000 € a 25 años, es decir, 300 meses. Empezamos con un tipo base del 2.5%, que se ajustará cada año según euríbor +1%.
Partiendo de este ejemplo, la cuota durante el primer año sería de unos 673€. Si el euríbor sube, supongamos, medio punto al año siguiente, el nuevo tipo sería del 3%. Activen máquinas que la tarifa cambia. Pero, ¿sube mucho? En este punto la cuota aumentaría hasta unos 699€ al mes.
Y, por ejemplo, si el año siguiente el euríbor baja al 2,6%, la cuota también bajaría, en este caso, hasta los 680€.
Este es un ejemplo de cómo funciona el interés variable. Sí, al principio es muy atractivo, pero dependemos de la incertidumbre que los mercados nos ofrecen. Ya le puedes poner una velita a San Euríbor para que no suba, porque, sin duda, la exposición es mayor.
Para explicártelo de una manera más humana, los tipos de interés son como un niño que empieza a andar, que no sabes si van a quedar quietos, o no van a parar de moverse. No sabemos qué va a pasar mañana, como para adivinar lo que va a ocurrir el mes que viene. Las predicciones se realizan para intentar minimizar el riesgo mercantil. Y, en este caso, queremos comparar contigo cómo vemos los tipos de interés en unos meses. Así, ves el riesgo desde un prisma más seguro:
- Euribor: Se espera que el euríbor a 3 meses se mantenga en torno al 2,00% hasta finales de 2025, con una ligera tendencia a la baja en 2026.
- Tipos de interés del BCE: El Banco Central Europeo ha reducido sus tipos de interés en 2025, situando el tipo de depósito en el 2%. Se prevé una última bajada en el último trimestre de 2025, con el tipo de depósito alcanzando el 1,75%.
Esto varía de manera constante, pero, actualmente, te puede ayudar a hacer una idea de qué formato es el que te genera más beneficio. ¿Prefieres dejarte llevar por el futuro, o eres de las personas que les gusta los entornos más estables?
Para los segundos, os recomendamos una hipoteca de bajo riesgo, por ejemplo, con un tipo fijo a largo plazo (20-30 años) y una cuota estable; o, una hipoteca sin riesgo aparente con una combinación de tipo mixto con periodo fijo inicial.
Si te gusta el riesgo – y te lo puedes permitir – las hipotecas de alto riesgo te van a permitir acceder a un interés más bajo, pero dependes de la incertidumbre del mercado.
Ya lo decía la canción, qué será, será…
En resumen, ¿Qué debes tener en cuentaq para hacer un cálculo correcto?
Ahora bien, cada situación personal es distinta y pueden darse factores que varíen el montante final de esa hipoteca máxima según el sueldo.
En este sentido, para saber qué cuota vas a tener que abonar por el préstamo y, por tanto, cuánto puedes pedir de hipoteca según tu sueldo, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
En primer lugar, todos los gastos que ya hemos visto: notaría, gestoría, impuestos…
En segunda posición, la situación laboral y personal. Debemos tener en cuenta nuestra situación laboral actual y también la futura, es decir, si tenemos un contrato temporal o indefinido, así como cuáles pueden ser nuestras perspectivas profesionales. Es importante pensar a futuro, pues la hipoteca es a largo plazo.
Además, es importante tener en cuenta otros ingresos y deudas. Para determinar la hipoteca máxima según el sueldo no hay que olvidar analizar los ingresos y gastos que tienes.
Por ejemplo, puede que, además del salario, también percibas una pensión de viudedad o el alquiler de otro piso, por lo que tus ingresos netos serán mayores y podrás destinar más dinero a la compra de la vivienda. Lo mismo ocurre en el caso contrario, es decir, que tengas varias letras más, personas a tu cargo o altos gastos médicos que requieran que destines a su pago más dinero del habitual.
A ver, a ver...¿Qué casa te puedes comprar?
A grandes rasgos, las claves para saber qué casa te puedes comprar pasan por tener claros los siguientes aspectos:
- Las cuotas mensuales no deberían superar el 30% o el 35% de nuestros ingresos netos mensuales para poder hacer frente al pago de las mismas.
- Debemos contar con ahorros de alrededor del 35% del precio de la vivienda, un 20% para cubrir el precio de la vivienda que no nos financia la entidad (el importe de financiación no suele superar el 80% de la tasación o del precio de compra).
- El 15% lo destinaremos a cubrir los gastos.
Soy joven, pero también quiero una casa ¿Qué puedo hacer?
Hay veces que interiorizamos tanto las cosas que terminamos por creérnoslas. A ver, que levante la mano quien no haya oído en alguna ocasión que los jóvenes no pueden tener casa.
Vale, pues no sé si estáis preparados, pero se os va a caer un mito.
La única verdad de todo esto, es que una persona joven, en la mayoría de los casos, no ha tenido la capacidad para generar los mismos ahorros que alguien con más de veinte años de experiencia.
Pero, si la experiencia es un grado, los avales ICO, también. Sí, el Instituto de Crédito Oficial, lleva años dando ese impulso económico a los menores de 36 años que quieren comprarse una casa.
De hecho, según su presidente Don Manuel Illueca, a principios del año 2025 sobrepasaron los 300 millones de financiación para avalar hasta un 20% de la hipoteca para la compra de la primera vivienda por parte de jóvenes.
Es decir, que, aunque el mercado sea volátil, las entidades y organismos nos esforzamos para que todo sea lo más estable posible; y así, puedas tomar la decisión correcta.
Por ello, tú que estás en esa bonita etapa llamada juventud: sí te puedes comprar una casa.