Imagínate tener una casa sin gasto energético, que sea totalmente respetuosa con el medioambiente y con el diseño que siempre has soñado. Ahora deja de imaginar y ponle nombre, porque es algo que existe: passive house o passivhaus.
El concepto de casas pasivas no es nuevo, pero sí está cada vez más de moda.
¿Qué es una casa pasiva?
Las casas pasivas son viviendas que pueden autoabastecerse desde un punto de vista energético y que, además, generan cero emisiones. Se trata de viviendas con sus propios sistemas de alimentación eléctrica que pueden funcionar de manera autónoma.
Existen diferentes modelos de casas autosuficientes. Las passive house o passivhaus son una de ellas. En realidad, se trata de una certificación que acredita que la vivienda cumple una serie estándares medioambientales, de consumo energético y de diseño.
El concepto de Passive House como tal, surgió y se desarrolló en Alemania en los años 80 y contó con la financiación del estado alemán de Hesse, aunque el primer edificio de este tipo no se construyó hasta 1990, también en el país teutón.
En España, la primera vivienda con certificado Passivhaus Plus se construyó en 2016.
Cuáles son los principios de una passive house
En esencia, una casa pasiva es una casa eficiente que tiende a cero consumo energético y que se basa en cinco principios básicos:
• Aislamiento término con materiales de calidad.
• Ventanas de altas prestaciones térmicas.
• Ventilación mecánica con recuperación de calor, que básicamente aprovecha el aire interior para calentar o enfriar el aire limpio que entra de fuera al ventilar la vivienda.
• Estanqueidad al aire, para bloquear infiltraciones de aire y aprovechar al máximo el punto anterior.
• Ausencia de puentes térmicos, que son los puntos de la fachada que transmiten más el calor o el frío, como el metal de las ventanas, que hará que la casa se caliente o enfríe cuando no debe.
Estos son los cinco elementos clave de una casa pasiva que se analizan para poder conseguir la certificación passivhaus.
Después también se valorará las protecciones solares exteriores, el uso de energía renovables como fuente primaria de consumo o las instalaciones de calefacción, refrigeración y sistemas de iluminación.
Requisitos de las casas pasivas
Los principios anteriores cristalizan en una serie de requisitos numéricos en cuanto al consumo energético.
Como norma general, una casa pasiva debe tener una demanda total de energía de 120 kWH/m2a incluyendo el uso de aparatos eléctricos.
Además, también hay otros criterios:
• Una demanda de calefacción y refrigeración inferior a 15 kWh/M2a en cada apartado (calor y frío).
• Una demanda de energía primaria inferior a 120 kWh/m2a, incluyendo calefacción, agua caliente y electricidad.
• Una estanqueidad menor a 0,6 renovaciones de aire por hora.
A partir de ahí, existen tres clases de casas pasivas, según el Passivhaus Institute, y cada una tiene diferentes medidas para conseguir la certificación en función del uso de energías renovables.
Fuente: https://passipedia.org/certification/passive_house_categories
En el caso de una vivienda de obra nueva residencial, el edificio debe cumplir los siguientes requisitos:
• Una demanda de calefacción inferior a 15 kWh/ m2a.
• Una carta de refrigeración menor 10 W/ m2.
Los requisitos en cuanto a energía primaria y hermeticidad se mantienen.
¿Merece la pena construir una passive house?
Tener una casa pasiva te ayudará a ahorrar en energía y a ser respetuoso con el medioambiente. Solo por eso ya se puede decir que merece la pena. Las preguntas clave entonces serían: ¿Es rentable una passive house? ¿Merece la pena invertir más dinero para tener una casa pasiva?
Un estudio realizado en 2019 enfrentó una vivienda Passivhaus a una que cumpliese con los criterios del Código Técnico de Edificación (CTE), que marca las condiciones mínimas de habitabilidad de una casa, entre otras cosas. La casa CTE elegida tenía una calificación energética B.
El estudio concluyó que para un mismo nivel de confort la diferencia económica fue de 260 euros en gasto energético entre diciembre y mayo. Mientras el coste diario de la passive house en invierno fue de 0,59 euros, la de la casa CTE se fue hasta los 2,31 euros.
Esta fue la diferencia en términos de consumo:
Kwh/día | ||
Días | CTE | PassivHaus |
31 | 19,97 | 16,74 |
31 | 35,94 | 19,35 |
28 | 54,96 | 5,46 |
31 | 30,48 | 0,84 |
30 | 20,17 | 2,2 |
151 | 32,3 | 8,92 |
Fuente: https://e-ficiencia.com/passivhaus-vs-cte-cuanto-ahorro/
Con estos números y teniendo en cuenta que en 2019 el coste de la energía era menor, solo hay que comparar el precio de ambas vivienda para saber cuánto se tarda en amortizar la inversión. Es decir, en cuántos años habrá merecido la pena invertir en una vivienda pasiva.
Construir una casa pasiva es entre un 10% y un 15% más caro que una casa al uso.
Cómo financiar tu casa pasiva
Ahora que ya sabes cómo es una passive house y que sí compensa tener una, queda la parte de su financiación.
¿Existen hipotecas para casas pasivas? No de forma tan específica, pero sí que hay hipotecas verdes que premian la compra de casas eficientes.
En este sentido, si tu idea es construir tu propia vivienda pasiva, necesitarás una hipoteca autopromotor, que funcionan de forma ligeramente diferente a una hipoteca al uso.
La otra opción es comprar y reformar una casa para conseguir el estándar de passive house. Para hacerlo también existen hipotecas para comprar y reformar la vivienda.