Muchas veces utilizamos los términos préstamo y crédito como si fueran sinónimos, pero ¿realmente lo son? En realidad, son dos productos financieros distintos, con importantes diferencias entre sí. Desde UCI te damos las claves para distinguir entre ambos conceptos.
Préstamo y crédito ¿Qué son?
Un préstamo es una operación financiera por la cual una entidad o una persona (prestamista) entregan a otra (prestatario) una cantidad de dinero. El prestatario se compromete a devolver ese dinero, junto con los intereses pactados, en un plazo determinado, normalmente mediante pagos o cuotas regulares (mensuales, trimestrales, semestrales, etc.).
Un crédito, sin embargo, hace referencia al límite de dinero que concede una entidad financiera a la persona que lo solicita depositando el capital en una cuenta de crédito. De esta manera, el cliente dispone del dinero facilitado en función de las necesidades que vaya teniendo, hasta agotar el límite del dinero pactado.
En los créditos, si el cliente devuelve el dinero dispuesto antes de su vencimiento, tendrá de nuevo la posibilidad de disponer de ese importe antes de la finalización del crédito.
¿Cómo y cuándo dispongo del dinero?
En un préstamo, la cantidad total concedida siempre se transfiere de una sola vez a una cuenta del cliente. En el crédito las entregas pueden ser parciales, en función de las necesidades del cliente; siempre teniendo en cuenta que no se puede sobrepasar el límite que se haya fijado para el mismo.
¿Cómo se pagan los intereses?
En el caso de los préstamos, los intereses suelen ser menores, pero se pagan por la totalidad del dinero prestado en un plazo determinado.
Con los créditos, sin embargo, se paga por el capital que se haya dispuesto y no por el total que la entidad pone a disposición del cliente. Así, si no se ha utilizado nada, no tendría que pagar intereses.