Entre las definiciones de la RAE para “diferencial” podemos encontrar “algo que diferencia o sirve para diferenciar”. Pues bien, el diferencial de una hipoteca sí diferencia, pero no porque haga que las cosas sean distintas.
Cuando se solicita una hipoteca, las entidades financieras prestan el dinero a un tipo de interés, que puede ser fijo o variable (suma de un índice de referencia y el diferencial). Pero, ¿qué es el diferencial de una hipoteca? Te contamos qué es, cómo te afecta y si es posible negociarlo o reducirlo.
¿En qué consiste el diferencial en una hipoteca?
El diferencial de una hipoteca es el porcentaje fijo que se suma al índice de referencia de la hipoteca en los préstamos a tipo variable.
Por ejemplo, si una hipoteca utiliza el euríbor como índice de referencia, el más habitual, y suma un 1,5% adicional, esa cifra será el diferencial de la hipoteca.
¿Quién decide el diferencial de la hipoteca?
Las entidades financieras son quienes deciden qué diferencial aplican en sus hipotecas. Este dato no suele ser fijo y universal para todos los préstamos hipotecarios.
¿Cómo afecta el diferencial al préstamo hipotecario?
En un préstamo a tipo variable, el diferencial se suma al índice de referencia de la hipoteca, que habitualmente será el euríbor. Cuanto más alto sea el diferencial, mayores serán los intereses del préstamo. Es así de simple.
¿Cómo calcular la cuota de la hipoteca con su diferencial?
La operación es muy sencilla. Basta con sumar el diferencial al tipo del índice de referencia. Por ejemplo, en una hipoteca a euríbor +1,5% con el euríbor al 2%, el tipo resultante a pagar será del 3,5%.
Ese será el tipo de interés que se aplique a la hora de calcular la cuota del préstamo. El cuadro de amortización de la hipoteca inicial reflejará la cuota del préstamo hasta la revisión del tipo de interés.
Con cada revisión, que puede ser semestral o anual, el tipo de interés total variará, pero no el diferencial. Siguiendo con el ejemplo anterior, si el euríbor sube al 2,5%, el nuevo tipo a aplicar será del 4%.
La entidad financiera te avisará siempre del tipo de interés y de la cuota a pagar en cada revisión. También actualizará el cuadro de amortización de la hipoteca.
¿Es posible negociar o reducir el diferencial en una hipoteca?
Sí, en una hipoteca todo es negociable, aunque el límite dependerá de cada entidad financiera. Las hay más flexibles y menos. En este sentido, el tipo de interés, que es lo que define el diferencial en las hipotecas a tipo variable, no suele ser fijo. Puede negociarse y variar. Es más, puede hasta reducirse.
Lo más habitual es que el diferencial de la hipoteca varíe en función de la solvencia y situación personal de quien pida el préstamo, por un lado, y de los años de hipoteca, por otro lado. Normalmente los clientes con mejor perfil de riesgo (trabajo fijo y estable, ahorros y bajo nivel endeudamiento, entre otras cosas) obtienen mejores condiciones.
Además, en las hipotecas bonificadas el diferencial del préstamo hipotecario también varía según los productos vinculados que contrates. Es decir, si sumas a la hipoteca el seguro de hogar, un seguro de vida o domicilias la nómina, tendrás un diferencial mucho menor que si no lo haces.
Frente a este tipo de préstamos están las hipotecas sin compromiso donde las condiciones no dependen de la contratación de productos adicionales.