Imagínate una superficie totalmente vacía con la que pudieses hacer lo que te venga en gana para construir la casa de tus sueños. Esa es una de las ventajas de comprar una casa antigua o que necesite reforma.
Comprar una casa a reformar puede añadir un elemento de disfrute adicional, sobre todo si te gustan el interiorismo y la decoración. Además, también te puede ayudar a conseguir una rebaja en el precio si eres capaz de presupuestar bien lo que te costarán las obras y negociar con el vendedor.
¿La hipoteca? En el mercado hay hipotecas especiales para comprar casa y reformar que añaden el coste de las obras al préstamo. Así podrás disfrutar de un 2 en 1 con el que ahorrarás dinero frente a un préstamo tradicional para obras.
Pero antes de llegar a la hipoteca hay una serie de consejos que debes seguir para que ese capítulo extra en la compra de tu casa para reformar sea un sueño. ¿La clave de todo? Evitar las sorpresas que pueden traer este tipo de viviendas y no saldrán a la luz hasta que comience la reforma. ¡Vamos a verlos!
Revisa bien las instalaciones
Durante la visita prueba que todo funcione correctamente, especialmente el sistema eléctrico y la fontanería. La primera prueba será encender y apagar todas las luces de la vivienda.
Haz lo mismo con los grifos de la casa. Así podrás descubrir problemas con la presión del agua, que son habituales en viviendas antiguas.
Si puedes, pregunta también por la posición de las bajantes, que te ayudará a saber qué posibilidades tienes si necesitas un baño adicional o quieres cambiar la distribución del actual.
Y la estructura de la casa, especialmente las humedades
Mira bien las paredes y busca posibles grietas y humedades. Si la casa es antigua lo normal es que haya varias. Cuando las encuentres, pregunta por ellas para conocer el origen. Además de ayudarte a negociar el precio, te permitirá presupuestar mejor el tipo de reforma que deberás llevar a cabo.
En ocasiones bastará con una mano de pintura y en otras será necesario ir más allá. Ten especial cuidado con las humedades, porque son más costosas de arreglar y muchas veces no conseguirás librarte de ellas a la primera.
No te olvides de las zonas comunes
Tampoco es que vayas a reformarlas, pero si estás pensando en comprar una casa para reformar o una casa antigua, lo más normal es que el edificio también lo sea.
¿Tiene ascensor? ¿Cuál es la edad del mismo? ¿Hay prevista alguna derrama? ¿Qué obras de conservación y mantenimiento se hacen y cuándo fue la última? Estas preguntas harán que tu presupuesto mensual no tiemble por posibles derramas.
Y por supuesto, más allá de preguntar, revisa bien por tu cuenta el estado de esas zonas comunes.
Pide un plano de la vivienda
Si el anuncio ya indica que la vivienda es a reformar, puedes adelantarte y solicitar un plano de la vivienda con su estructura original. De hecho, lo idóneo sería solicitar el plano técnico de calidades y la memoria de calidades.
En ese documento podrás ver la estructura original de la casa y la calidad de los materiales. Gracias a él tendrás más claro qué puedes hacer y qué no con la vivienda, dónde están los muros de carga y los pilares. En otras palabras, qué paredes vas a poder quitar y cuáles deberás mantener.
Pregunta por la normativa local y de la comunidad
¿Sabías que hay edificios de la ciudad cuyo exterior no se puede tocar? Esto es habitual en casas antiguas y en el centro de la urbe. Son viviendas de segunda mano donde, por ejemplo, no podrás cambiar las ventanas o tendrás que seguir las indicaciones del Ayuntamiento para hacerlo.
Algo parecido ocurre con las normas de la comunidad. Siempre que compres una casa para reformar pregunta por ellas para saber qué cambios estéticos puedes hacer y también las obras permitidas en el interior de la vivienda. Y es que hay comunidades de vecinos que prohíben, por ejemplo, alternar la composición de la casa (tirar paredes, aunque no sean de carga) sin el consentimiento de la comunidad.
Certificación energética y calidades de la vivienda
Hoy en día es obligatorio que te entreguen el certificado energético de la vivienda al comprar una casa antigua o nueva. Ese documento te informará de cosas tan importantes como el envolvente térmico y las instalaciones de iluminación.
Así podrás conocer el aislamiento concreto de la casa y hasta qué punto es eficiente. Lo habitual con las viviendas a reformar es que estos elementos sean deficientes o, por lo menos, antiguos y a mejorar.
Apostar por una vivienda eficiente desde un punto de vista energético te ayudará a ahorrar a largo plazo. Mejorar el aislamiento término es una de las mejores formas de reducir el gasto en calefacción y aire acondicionado, algo que, a la larga, sale rentable.
Si además aprovechas para mejorar la eficiencia eléctrica con sistemas domóticos, la ganancia será aún mayor. Para ponértelo fácil, en el mercado existen hipotecas verdes que ofrecen mejores condiciones por la compra de casas eficientes y también para la compra y reforma que mejore la eficiencia energética del hogar.
¿Qué pasa con el ruido? Pregunta por él
Nadie quiere comprar una casa para descubrir que no puede habitar en ella por los ruidos. Aislar la vivienda es una de las mejores inversiones que puedes hacer en una casa antigua, sobre todo en los dormitorios.
Esta es una de esas reformas que debes hacer antes de entrar a vivir, por lo que no dudes en preguntar. Al hacerlo, revisa también la altura libre de la vivienda para no llevarte disgustos al instalar un falso techo para la instalación de la luz o el aire acondicionado.
Lo mejor es hacer esta obra antes de entrar a vivir en la vivienda, al igual que acuchillar los suelos si son de parquet o pintar. De hecho, incluso si la reforma de la vivienda se reduce a esas tres cosas, es aconsejable que las termines antes de entrar a vivir porque, si no, después será más costoso y engorroso, aunque solo sea por los muebles.
Más allá de estas reformas, no olvides que hay otros elementos que debes valorar al comprar un piso antiguo de segunda mano. En este artículo te descubrimos los 9 más importantes.